En términos generales el trabajo genera cansancio. Es por eso que se tiene que recompensar a los empleados con un sueldo, para compensar ese “dolor” por trabajar. El gran reto para las empresas es lograr que el trabajo sea divertido. Por ello, el neuromarketing, estudia como mejorar esta situación.
Según el estudio del Dr.Paul Zak, Director fundador del Centro de Estudios de Neuroeconomía y Profesor de Economía, Psicología y Gestión en la Universidad de Claremont Graduate, son dos los ingredientes claves que hacen que el trabajo sea agradable.
El Dr. Paul Zak, llevó a cabo un estudio midiendo la actividad cerebral de las personas mientras trabajaban para descubrir lo que hace que el trabajo sea realmente agradable. Los resultados del estudio señalan que las claves para sentir el trabajo como un juego son: la confianza y el propósito.
La confianza es esencial. Cuando se confía en la gente se libera oxitocina que hace que nos comprometamos con otros y aumente nuestro sentido de la empatía. Así somos capaces de entender lo que otros necesitan de nosotros y comprendemos lo que hacen los demás.
Según el estudio de neuromarketing realizado, en las empresas que los trabajadores mostraban liberar oxitocina:
– Son más productivos.
– Solucionan con mayor eficacia los problemas.
– Disfrutan de lo que están haciendo.
¿Qué pasa con el propósito?
El Dr. Paul Zak demuestra que trabajar para un propósito es un estímulo potente de la oxitocina. Cuando los compañeros entienden el propósito de una empresa y, lo que es más importante, actúan sobre ella mientras están en el trabajo, surge un segundo estímulo de la oxitocina.
La investigación muestra que altos niveles de confianza y propósito diferencian a las grandes empresas de aquellas que son meramente buenas.
¿Se puede mejor la cultura empresarial para que el trabajo sea divertido según el neuromarketing?
La cultura no es estática. Es una cosa viva y evoluciona con las personas. Se necesita construir una cultura en la que sus individuos estén capacitados, sean responsables, reconocidos, innovadores y tengan oportunidades de crecer.
Potenciar la alta confianza tiene una productividad sustancialmente mayor, una mejor innovación y retención de empleados. Los empleados de estas empresas incluso cogen menos días de baja por enfermedad.
La confianza y el propósito se combinan para hacer que el trabajo se considere menos duro y se pase a disfrutar más de él.